Tras publicar
“Religión para ateos“ el año pasado, Alain de Botton recibió ataques de todos
los lados.
Los
creyentes le acusaban de despreciar las tradiciones religiosas. A los ateos no
les gustó que defendiese que las religiones también encierran valores que
merece la pena conservar.
El escritor
suizo respondió a sus críticos planteando una pregunta: ¿cómo serían los 10
mandamientos si pudiésemos reescribirlos? ¿Cualés son las 10 virtudes más
importantes para un ser humano?
Aquí
está su lista:
1.-
Resiliencia: Seguir adelante cuando sólo vemos oscuridad en nuestro futuro.
Aceptar que las decepciones y los reveses forman
parte
de cualquier vida humana. No asustar a otras personas con nuestros miedos.
2.-
Empatía: La capacidad de conectar con las experiencias de otra persona. Y
también el coraje de ponerse en el lugar del otro y mirarse a sí mismo con
honestidad.
3.-
Paciencia: Con frecuencia perdemos los nervios porque creemos que las cosas
tendrían que ser perfectas. Los humanos hemos avanzado
mucho en algunos aspectos (por ejemplo en la tecnología) pero muy poco en
otros: por ejemplo, en la capacidad para aceptar que las cosas no siempre son
como queremos.
4.-
Sacrificio: De forma natural, todos buscamos nuestro propio beneficio. Pero
también tenemos una capacidad milagrosa para, en algunas ocasiones, olvidar
nuestros intereses personales y sacrificarnos por otra persona o por una causa.
5.-
Buenos modales: Los buenos modales tienen mala fama. Normalmente asumimos que
“ser
educado” es sinónimo de “ser falso” y lo contrario de “ser nosotros mismos”. Pero los modales son una regla necesaria para cualquier civilización y están íntimamente asociados a la tolerancia: la capacidad de vivir junto a personas con las que nunca estaremos de acuerdo.
educado” es sinónimo de “ser falso” y lo contrario de “ser nosotros mismos”. Pero los modales son una regla necesaria para cualquier civilización y están íntimamente asociados a la tolerancia: la capacidad de vivir junto a personas con las que nunca estaremos de acuerdo.
6.-
Sentido del humor.
7.-
Consciencia de uno mismo: No hacer responsables a los demás de todos nuestros
problemas o cambios de humor.
8.-
Perdón.
9.-
Esperanza: El pesimismo no es necesariamente un signo de “inteligencia y
profundidad intelectual”, ni el optimismo un reflejo de necedad.
10.-
Confianza: A veces no alcanzamos nuestros sueños por el simple hecho de que no
nos atrevemos a intentarlos. La confianza no es arrogancia, sino la consciencia
de que nuestras vidas son cortas y de que, en realidad, tenemos muy poco que
perder cuando nos arriesgamos a luchar por lo que queremos.
Con esta
lista, De Bottom se ganó un nuevo grupo de detractores: algunos de sus colegas
filósofos le acusan de “olvidar el rigor intelectual” y centrar su trabajo en
un tema propio de “vulgares libros de autoayuda”. Pero, como explica el autor
suizo:
Vivimos
en una sociedad en la que todo el mundo entiende que vayas al gimnasio para
entrenar tus músculos. Pero si dices que estás trabajando “para transformarte
en una persona más completa”, muchos te miran como si fueses “un rarito”. Yo no
lo entiendo. ¿Acaso hay algo más importante?
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