lunes, 14 de septiembre de 2015

Cuatro errores frecuentes acerca de las sentencias de nulidad del matrimonio

Palazzo della Cancelleria, Roma
En estos días se está oyendo hablar mucho de las causas de nulidad del matrimonio. 

Nupcias de Dios

Cuando los que intervienen son los medios de comunicación la confusión en esta materia está servida. Hoy vamos a tratar algunos de esos errores frecuentes que se repiten:

1º Las sentencias de los tribunales eclesiásticos anulan el matrimonio de los fieles católicos que lo solicitan

El sacramento del Matrimonio, cuando ha sido consumado mediante el acto conyugal, es indisoluble. Ningún poder humano puedo disolverlo, ni siquiera el Papa. Eso significa que los tribunales eclesiásticos tampoco pueden anularlo. La anulación supondría que el juez privara de validez a algo que nació válido y que a partir de la sentencia dejaría de serlo.

2º El juez eclesiástico juzga sobre la validez del matrimonio canónico

Las sentencias de nulidad dictadas por los jueces eclesiásticos no anulan sino que declaran la nulidad del matrimonio, es decir, dicen que el matrimonio no nació sino que fue nulo o inválido desde el principio. Pero eso no significa tampoco que el objeto de la sentencia sea la validez del matrimonio, porque en realidad lo que el juez eclesiástico declara únicamente puede ser: o bien que consta la nulidad por el motivo aducido por la parte demandante o bien que no consta. Cuando no consta, no se está diciendo que sea válido sino que no se ha podido llegar a la certeza moral de su nulidad.

3º Las sentencias de nulidad del matrimonio no tienen valor sino corresponden a la verdad

Hay quien piensa que las sentencias de nulidad tienen únicamente naturaleza declarativa, es decir, que sólo valen si se adecuan a la verdad que declaran. Si estuviesen en el error, no deberían tener valor porque declararían algo falso. Sin embargo, las sentencias que declaran la existencia de un capítulo de nulidad no sólo valen cuando declaran la verdad sino que también la establecen, porque en cierto modo el juez tiene poder de atar y desatar. Si, por ejemplo, una persona que ha obtenido la nulidad oye rumores de que la sentencia fue pronunciada en base a testimonios falsos proporcionados por la otra parte, y ya está casada en segundas nupcias no debería intranquilizarse, porque la sentencia canónica en cierto modo establece una verdad a la que se puede sujetar.

4º Los jueces tienen una gran responsabilidad al juzgar sobre la validez del matrimonio pues de su juicio depende la felicidad del fiel

Puesto que la sentencia de nulidad tiene principalmente valor declarativo cuando afirma que consta la nulidad por la existencia de un capítulo de los previstos en los cánones, y secundariamente también un cierto valor constitutivo cuando se pronuncia sobre ella erróneamente al ser inducida por causas inexistentes, puede comprenderse que la responsabilidad del juez es mucho menor de lo que cabría pensar en un primer momento. Dicho de otra manera, siempre que actúe de acuerdo con el derecho y con los dictados de su conciencia, él no es responsable nunca de la infelicidad del fiel. De lo único que responde el juez es de buscar y declarar la verdad. Cuando se siente responsable de la felicidad de las partes entonces incurre él mismo en ese error y puede moverse por compasión e inclinarse a falsear la realidad con tal de contentar a las partes. El juez eclesiástico no es Dios y tiene que responder ante él de haberse ajustado a la verdad y de haber tenido ante su mirada la santidad del Matrimonio.

 





lunes, 22 de junio de 2015

Pilar Rahola: «Si los políticos cumplieran los diez mandamientos, iríamos muy bien»









Mucho se ha hablado de la visita de Pilar Rahola al café joven Youcat para tener un encuentro con los jóvenes católicos, todo ello organizado por el delegado de la juventud del arzobispado de Barcelona (www.delejovebcn.org), mosén Bruno. El evento con la famosa periodista tuvo lugar ayer domingo 21 de junio a las 6 de la tarde en la iglesia de Santa Ana.

En el último Youcat del curso son los jóvenes, adolescentes, muchos ya universitarios, los que hacen la elección del personaje a modo de colofón del curso. Decidieron, confirman a 
Religión en Libertad, traer a alguien no católico.

Pilar Rahola en un acto de Iglesia
“Lo sugirieron los jóvenes”, comenta mosén Bruno. “Pilar Rahola es una persona que tiene muchos registros y con un línea fuerte en artículos de La Vanguardia que tiene un punto interesante; y que habla también sobre el temas de la religión y concretamente del cristianismoNo le preguntes de moral, pero sí es una persona influyente. Estimula a los jóvenes. No viene a cargarse nada. Tiene un punto polemista, a veces, aunque ella misma dice que nos fijamos en esas páginas críticas solamente, pero no en todo lo que escribe. No hay ninguna aspiración en concreto; más bien una reflexión sobre la religión, en este mundo un poco laicista”.

"Estoy cómoda con la gente que tiene una experiencia espiritual"
“Tengo desde hace mucho tiempo un gran interés y me siento muy cómoda con la gente que tiene una experiencia espiritual y una trascendencia personal que va vinculada a una forma de ver la vida y a una forma de relacionarse. Además estoy habitualmente rodeada de gente creyente y toda ella extraordinaria”, dijo Pilar Rahola al comenzar su charla.


Rahola en el CaféYouCat de fin de curso que organizó la delegación de jóvenes del obispado de Barcelona

Gente extraordinaria que es católica
“No hay gente tan extraordinaria como la gente de Iglesia, y especialmente la gente de la Iglesia católica, cuando te los encuentras por el mundo en situaciones de conflicto”.

"Aunque he sido muy combativa en mi adolescencia y en mi juventud con los temas de derechos civiles, especialmente de los derechos de la mujer, sí que he ido desarrollando un respeto por aquella gente a la que la fe les hace mejor persona, y sobre todo a aquellos que dedican la vida. Eso obviamente te sacude y hace temblar tus propias dudas porque te das cuenta que algo ha encontrado esa persona que la hace mejor”.



"No soy creyente pero estoy en camino de replanteármelo"
“La gente que no somos creyentes, o que nos hemos desapuntado o estamos en camino de replanteárnoslo, tenemos que ser capaces de estar cerca de gente que es creyente pues esa luz de alguna manera también te ilumina y te ayuda a ser mejor”, subraya la periodista catalana.

Denuncia con vehemencia y repetidas veces una de las tragedias más terribles en el mundo actual, la persecución de los cristianos, junto a la tragedia de la mujer, que están siendo desposeídos de sus tierras, asediados, e incluso asesinados, “tierras en las que llevan siglos y siglos, y siglos”.

"El creyente es gente interesante"
“Esto a mí me ha sensibilizado mucho entendiendo al cristiano como víctima. Y me preocupa constatarlo, delante de un mundo al que le importa un pepino. Yo no soy creyente pero no me molesta en absoluto que la gente lo sea, más bien todo lo contrario, especialmente la gente que llega a la convicción de la fe porque ha hecho un proceso personal de crecimiento, porque es gente muy interesante”.

"Con un cura puedes debatir... con un imán, no"
“No hay persona más culta que un sacerdote, que acostumbran a ser gente con la que puedes debatir con mucha intensidad, gente muy leída, y que ha desarrollado un pensamiento intelectual completo y profundo: curas y rabinos acostumbran a ser gente de mucho nivel intelectual y me siento muy a gusto. No pasa lo mismo con los imanes, que acostumbran a ser carniceros, y no lo digo metafóricamente, sino que son los que saben cortar la carne. Después también están los ulemas, que tienen estudios pero eso es otra cosa”.

Las 10 perlas de Rahola en el claustro de la iglesia
En las dos horas de charla con los jóvenes católicos de Barcelona, Pilar Rahola desgranó algunas ideas que no tienen desperdicio. Extractamos las más interesantes:

1- "Si ahora se acabase el mundo, el primer texto que tendríamos que salvar son las tablas de la ley. Los diez mandamientos son la clave de la libertad: el día que nos dicen ‘en nombre de Dios no se puede matar’, allí empieza la modernidad".

2- "La libertad se construye con el no, no con el sí. ‘Tú no puedes matar, tú no puedes robar’. Lo que crean los diez mandamientos es esa frontera de... ‘mire, no, no todo está permitido’. Con la represión de lo que sería el mal fundamentamos nuestra sociedad siempre y cuando se haya basado en el pensamiento, en la libertad propia, y no sea una concepción de secta".

3- "Si el siglo XX fue el siglo de los totalitarismos, el nazismo y el estalinismo, el comunismo, el siglo XXI es el siglo del islamismo, en tanto en cuanto es también un fascismo".

4- "La gente que tiene fe construida de manera intelectual y profunda, y también, y es evidente, de manera espiritual, acaban siendo pequeñas garantías de que no perderemos la cabeza más de la cuenta".

5- "Yo creo que la religión católica remontará porque siempre tras una época más seca para un sentimiento religioso, y también es el caso de cualquier ideología  acostumbra a crecer aunque sea de manera silenciosa y a reforzarse. Y pienso que habrá una revolución católica, aunque pacífica, justamente por el tema de las persecuciones".

6- "Europa tiene los pies de barro, y  la vez tenemos un complejo de inferioridad porque fuimos los causantes de las tres grandes tragedias de la humanidad, el colonialismo, destrozando África por ejemplo, el estalinismo y el nazismo".

7- "Los que sois creyentes estáis más acompañados que los que no lo somos, sobre todo delante de la muerte, que es una mala jugada terrible. Delante de la muerte los no creyentes tenemos un agujero negro; el creyente encuentra ahí un bálsamo. Pero también en la vida cotidiana".

8- "Algunas veces viendo actitudes de creencias religiosas bonitas he tenido cierta envidia hasta el punto de decirme a mí misma que me gustaría acomodarme en una creencia. El Nuevo Testamento es muy enriquecedor: aunque el aspecto espiritual más trascendente que nos acoge y nos protege no lo compro, no hay casi momento en el Nuevo Testamento que no le sirva a uno como persona. Y por tanto no sé si este legado de humanismo, de tolerancia, de lucha por los más desfavorecidos, que se encuentra en el código del nuevo testamento, no fuere incluso un buen manual de buena política; porque lo necesitamos".

9- "Si la mayor parte de los ideólogos que hay en el mundo cumplieran los diez mandamientos, iríamos muy bien. Incluyendo a nuestros políticos. Un poco de diez mandamientos a nuestros políticos les iría fantástico".

10- "Algunos piensan que la solidaridad es un invento de la izquierda. Puñeta, ¿y las monjas de toda la vida saliendo por el mundo? Es tan moderno y es tan bueno para el mundo en que vivimos ser católico en el sentido de decir “oye, yo llevo las creencias del Nuevo Testamento a la sociedad”,  como ser antisistema. ¿Por qué es mejor lo otro?, ¿por qué? ¿Por qué es más moderno? Bueno ya sé que el catolicismo es antiguo, pero el antisistema también, ¿eh?, se remonta a las cavernas".


"Tras la muerte de mi padre me hubiera gustado creer en Dios"
“Mi marido es un tío que siempre va de optimista. Claro, es creyente. Se me murió mi padre el agosto pasado y me hubiese gustado creer en Dios porque es una p..., y en esos momentos me lo planteé muy seriamente, pero no, no lo consigo" [aquí se emociona, se disculpa, agacha la cabeza, aplausos].

"Me emociona ver a mi marido rezándole a Dios por nuestra hija"
Pilar Rahola contó que cuando estaba esperando a recoger a su hija adoptada en Moscú, su marido entró en una pequeña iglesia, encendió una vela y rezó una oración por la niña.

“Me emocionó y todavía ahora me emociona pensar en mi marido que estaba rezándole a Dios para que a su hija le fueran bien las cosas”.

"Me molesta el fanatismo progre"
"Lo que no entiendo es que TV3 esté todo el día hablando del ramadán cuando no habla del ayuno de la semana santa de los cristianos, por ejemplo. Tiene que ver con cierto paternalismo barato. Me cabrea esta actitud de algunas personas, muy ‘comecuras’ y al final la Iglesia católica ni molesta y la mayoría de la gente se dedica a ayudar a los demás y a servir; y eso en épocas de pobreza es un gran trabajo; personas que además viven la trascendencia. Y vienen unos tíos del siglo VIII que casan a sus niñas, que mandan a sus hijos a matar y a matarse, y a estos los tratan así de bien".

"Se favorece toda creencia mientras no sea la católica"
"Me molesta el fanatismo progre, que tengamos una mirada paternalista, papanatas de toda creencia religiosa; una actitud progre que además se acompaña del menosprecio de la Iglesia católica. Se favorece toda creencia mientras no sea la católica".

"Me molesta profundamente esta izquierda catalana que va por la vía del antisistema y no sé qué; pues mira el otro día la Colau retiró del sonar la Guardia Urbana que estaba persiguiendo la venta de drogas. Ah, pues bien, fantástico, a fumar como locus’".

Islam frente a Islamismo
Pilar Rahola aseguró después que no es lo mismo "el Islam que el Islamismo".

Para ella, el Islam sería "una lectura del Corán con una mirada moderna, que no te lo tomes como un código legal sino como un código de trascendencia personal y espiritual, y que te mejore como persona. Muchas personas en la historia, musulmanas, han sido grandes personas y grandes pensadores", detalló.

Por el contrario, "el islamismo es radical, no hay un islamismo moderado. Yo le digo a la [monja Teresa] Forcades que quiere ir a Gaza, que se vaya a Siria donde chicas jóvenes como vosotras luchan para frenar al Estado Islámico". El yihadismo, explicó, “es el fenómeno totalitario más terrible de la historia del mundo. Tienen la tecnología y el dinero. Son 50 millones de personas que a diario solamente miran televisión donde se trasmite la ideología totalitaria islamista”.

El tema afecta de cerca a Barcelona porque a través de la Fundación Qatar que financia al F.C.Barcelona hay una relación fuerte. "En el Barça blanqueamos el mal: el emirato de Qatar está denunciado internacionalmente por financiar el Estado Islámico", señaló.

¡Católicos, salid del armario, dejaos ver!
Preguntada por un joven sobre el diálogo entre creyentes y no creyentes, la polémica periodista admitió que “son los no creyentes los que no dejan el diálogo a menudo, porque los no creyentes somos un poco chulos”. Por ejemplo, lamentó, "no hay mucha gente del mundo no creyente que esté dispuesta a venir a diálogos cómo este Café YouCat”.

“Yo solo os pido una cosa: quien sea creyente porque ha llegado a la convicción de que la fe te mejora como persona, adelante, con mucha valentía. Yo os animaría a que salieseis del armario: no iría mal más presencia católica. Os lo dice alguien que no es creyente: salid del armario, llevad una cruz, porque a veces estáis parados en estas cosas de querer quedar bien. Convertíos en abanderados de lo que creéis", exhortó.

















martes, 6 de enero de 2015

Padres sinodales, ¿a qué cultura nos acomodamos?


Un artículo de Ernesto Juliá                          El Confidencial

Algunos que se firman teólogos hablan, a propósito del Sínodo sobre la familia del próximo mes de octubre, y dicen que la Iglesia ha de recuperar “la lectura del Evangelio que hizo el Concilio basándose en la cultura moderna”.

No añaden mucho más para que uno pueda hacerse cargo de que es lo que ellos entienden por “cultura moderna”. Y, por supuesto, tampoco señalan ningún punto de referencia para identificar a que “cultura moderna” se refieren: ¿a la que se apoya en Kant; a la que se inspira en Hegel; a la que proclama el superhombre de Nietzsche; a la que impone el materialismo económico de Marx; a la que propagan los y las “ideologistas de “género”; a la que se inspira en el panteismo de Spinoza; a la que se fundamenta en la revolución sexual pseudofreudiana; a la existencialista de Sartre; etc., etc., que llevan a esa pérdida de “sentido vital”, de “vacío existencial” que encontramos a cada paso en nuestro mundo occidental?

Parece que lo importante es hacer siempre una lectura nueva del Evangelio para acabar acomodándolo a la perspectiva del placer y de la conveniencia humana; y desfigurarlo de tal modo que quedé solo la luz de un cierto hombre histórico; y desaparezca la Luz que vino del Cielo, el Verbo de Dios encarnado: Jesucristo.

Y no sólo que desaparezca esa Luz; sino también, con ella, se borre del horizonte del mirar humano la llamada de Dios al hombre para que, en sus Mandamientos, descubra la grandeza de ser cristiano, la belleza de Dios en él, y su invitación para que coopere con Él en llevar adelante la maravillosa obra de la creación, de la redención, de la santificación de sus hijos los hombres.

“El criterio de realidad, de una Palabra ya encarnada y siempre buscando encarnarse, es esencial a la evangelización. Nos lleva, por un lado a valorar la historia de la Iglesia como historia de salvación, a recordar a nuestros santos que inculturalizaron el Evangelio en la vida de nuestros pueblos, a recoger la rica tradición bimilenaria de la Iglesia, sin pretender elaborar un pensamiento desconectado de ese tesoro, como si quisiéramos inventar el Evangelio” ("La alegría del Evangelio", n. 233).

Las palabras del Papa Francisco no dejan mucho lugar a las interpretaciones tan variadas y contradictorias que sufren otras afirmaciones suyas. El Evangelio no hay que “inventarlo”; hay que seguir descubriéndolo en todos sus tesoros; y no comenzando el descubrimiento desde cero, sino siguiendo los cauces bimilenarios de las afirmaciones del Magisterio de la Iglesia solemne y definitivo.

Este año 2015 va a estar iluminado en la Iglesia por la luz de Sacramento del Matrimonio, en el que tiene fundamento la Familia cristiana, y que el Señor, al instituirlo, reafirmó esa luz señalando con toda claridad: “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” (Mt 19, 6).

Son muchos los cristianos que esperan que los “padres sinodales”, en vez de enfrascarse en discusiones en torno a la posibilidad de “segundos matrimonios”, sin que la muerte haya separado lo que de otra manera no se puede separar;  o de concentrar todos sus esfuerzos en descubrir mejores procedimientos para agilizar las “declaraciones de nulidad matrimonial”, cosa que ciertamente es muy necesario; sin llegar, en todo caso, como ya ha hecho alguno, a hablar sencillamente de “divorcio en la Iglesia”.

Muchos cristianos creyentes y practicantes, insisto, anhelan que los “padres sinodales”, sin dejar de ponderar los problemas que afectan hoy a la familia,  subrayen el camino para resolverlos a ensalzando la grandeza humana y divina del Matrimonio, de la Familia cristiana; del amor conyugal, del amor a los hijos, de la formación en la Fe cristiana de los hijos;  y anuncien “con alegría y convicción la 'buena nueva' sobre la familia que tiene absoluta necesidad de escuchar siempre de nuevo y de entender cada vez mejor las palabras auténticas que revelan su identidad, sus recursos interiores, la importancia de su misión en la ciudad de los hombres y en la de Dios” (Familiaris consortio, n. 86).

San Juan Pablo II, en las primeras semanas de su pontificado recibió a un grupo de matrimonios y les dijo: «El futuro de la Iglesia y de la humanidad nace y crece en la familia». Luego repetiría los mismos términos, de una manera u otra, en incontables ocasiones durante su largo y fecundo pontificado, y continúa repitiendo el Papa Francisco.

“Familia, ¡"sé" lo que "eres"!”. Otra invitación de todos los Papas, conscientes de que la roca en la que se apoya esa identidad es la “indisolubilidad del vínculo matrimonial”.

La indisolubilidad no es solamente una meta a la que tiende el matrimonio, la familia, como alguno ha afirmado. La indisolubilidad, además de ser la roca, el fundamento, en la que se apoya el proyecto sacramental de la familia, es el manantial de agua fresca y límpida, en el que los esposos, hombre y mujer, mujer y hombre, beben y renuevan su amor, sus fuerzas, su empeño familiar cada día.

¿A qué cultura nos acomodamos? Benedicto XVI comentó: “Es necesario que en la autocrítica de la edad moderna confluya también una autocrítica del cristianismo moderno, que debe aprender siempre a comprenderse a sí mismo a partir de sus propias raíces” (Spes salvi, n. 22). Desde sus propias raíces, el cristianismo se injerta en todas las culturas: lo examina todo y se queda con lo bueno. Las redime del mal, y las injerta en el bien.

Papa Francisco invita a “no inventar nada”; Benedicto XVI, a “volver a las raíces; Juan Pablo II, a “anunciar con alegría la 'buena nueva' de la familia”. El mensaje es unánime.

“Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” (Mt 16, 9).




lunes, 3 de noviembre de 2014

El sonoro silencio





La Gaceta                 por Ramón Pi

Como probablemente en ningún otro, en este periódico se ha puesto de relieve el sonoro silencio oficial de toda referencia a Dios, tanto en los actos de abdicación del Rey Juan Carlos como en la subsiguiente proclamación del Rey Felipe, incluido el primer discurso del nuevo monarca. Esta omisión, que ya sería una rareza en cualquier país occidental, en el caso de España llama aún más la atención, porque sería incomprensible no ya la Monarquía hispánica, sino la misma nación española, si se ignorase que la transmisión y defensa de la fe católica ha sido uno de los signos característicos de nuestra secular historia desde Recaredo hasta nuestros días, pasando por los
ocho siglos de Reconquista, el descubrimiento, evangelización e incorporación del Nuevo Continente al mundo hispánico, la defensa de la Iglesia frente a la Reforma protestante o la brillantísima floración de grandes fundadores religiosos españoles cuya impronta ha influido hondamente en el planeta entero. Son señas de identidad de las que no se puede prescindir si se quiere entender esta realidad que llamamos España.

Pero estos días todo se ha desarrollado como si Dios no existiera, aunque para ello haya sido necesario ignorar no sólo nuestra historia colectiva, sino también la realidad de la aplastante mayoría de españoles bautizados en el seno de la Iglesia católica, Familia Real incluida. Y así como se han analizado y desmenuzado -y en muchos casos elogiado con toda justicia- hasta los más nimios detalles de las ceremonias, a nadie puede sorprender que se haya detenido la atención en aspectos como la desaparición del crucifijo y las Sagradas Escrituras en el acto de proclamación, o en el completo silencio de cualquier alusión a la trascendencia en el discurso inaugural del reinado de Felipe VI. Más bien lo sorprendente ha sido que la mayoría de los medios haya pasado por alto este aspecto, como si entrar en él fuera caminar sobre un suelo de brasas.
Podría parecer que esta queja fuese reflejo de una mentalidad añorante de los tiempos del Concordato de 1953. No es así, al menos en mi caso. Me parece un acierto la declaración constitucional vigente de la aconfesionalidad del Estado. Pero no creo que la omisión de mencionar siquiera a Dios estos días haya sido un olvido involuntario o se haya debido a la decisión de observar escrupulosamente el artículo 16.3 de la norma máxima: un olvido de este calibre es inimaginable, y la Constitución no establece en modo alguno ni que se haga lo que se ha hecho, ni que se omita lo que se ha omitido. Son perfectamente compatibles un Te Deum o una misa del Espíritu Santo en celebración del advenimiento del nuevo Rey con el hecho de que ninguna confesión religiosa tenga carácter estatal. La única explicación razonable es, a mi parecer, que  se ha tratado del designio de aprovechar como excusa la aconfesionalidad del Estado para ir suprimiendo toda presencia religiosa, incluido el mismo nombre de Dios, en nuestra vida pública.
Estamos, pues, ante la deformación del sentido que el constituyente quiso dar a la separación de Iglesia y Estado, pues en el mismo precepto que proclama que "ninguna confesión tendrá carácter estatal", se añade a continuación que "[l]os poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones". No parece que la quiebra de tan vieja tradición como la jura sobre los Evangelios, la solemne misa y el no menos solemne Te Deum -todo eso muy anterior al franquismo, desde luego- sea la mejor manera de tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española, a no ser que haya sido fruto de un acuerdo entre el Gobierno (o la Casa Real, o ambos) y la jerarquía católica, cosa posible, a juzgar por el silencio que ésta ha observado hasta ahora ante tamaña novedad inesperada y la ausencia de toda iniciativa de los pastores católicos en el sentido de organizar solemnes actos religiosos públicos aunque no tengan la consideración burocrática de "actos de Estado".
En cualquier caso, parece muy claro que el modo que la Corona y el Gobierno han tenido de interpretar no sólo la Constitución sino también eso que se suele llamar los signos de los tiempos, va en la dirección de prescindir de todo asomo de referencias religiosas y vivir como si Dios no existiera. Ciertamente, éste parece ser uno de los signos de este tiempo, pero nada ha de extrañar que a los católicos españoles, singularmente a los demócratas, les haya producido una clara desazón. Todavía resuenan las palabras de Benedicto XVI pronunciadas el 14 de noviembre de 2012: "Existe una forma de ateísmo que definimos, precisamente, «práctico», en el cual no se niegan las verdades de la fe o los ritos religiosos, sino que simplemente se consideran irrelevantes para la existencia cotidiana, desgajados de la vida, inútiles. Con frecuencia, entonces, se cree en Dios de un modo superficial, y se vive como si Dios no existiera. (...) En realidad, el hombre separado de Dios se reduce a una sola dimensión, la dimensión horizontal, y precisamente este reduccionismo es una de las causas fundamentales de los totalitarismos que en el siglo pasado han tenido consecuencias trágicas, así como de la crisis de valores que vemos en la realidad actual. Ofuscando la referencia a Dios, se ha oscurecido también el horizonte ético, para dejar espacio al relativismo y a una concepción ambigua de la libertad que en lugar de ser liberadora acaba vinculando al hombre a ídolos".
Si a mí no me ha costado más de dos minutos encontrar esta cita, es seguro que los finos especialistas en discursos regios tampoco habrían tenido mayor dificultad. Y si así ha ocurrido, entonces los sutiles diplomáticos que organizan los viajes de los monarcas han cometido un burdo error si han creído que, por programar su primer viaje al Vaticano, se va a neutralizar el efecto decepcionante que entre los católicos han tenido los actos de estos días.












martes, 10 de junio de 2014

El valor de las firmas




Publicado por Blogger para Nupcias de Dios
el 6/26/2014



Me llama mucho la atención el distinto valor de las recogidas de firmas según quienes sean los que las recogen y luego presentan y también según quien sea el que luego está llamado a valorarlas.

Hoy leo la noticia de que Aministía Internacional ha recogido 100.000 firmas de varios países para exigir la retirada del anteproyecto de ley española sobre el aborto. A estas cien mil firmas se les otorga un valor extraordinario, casi como si fueran la perfecta expresión de una voluntad internacional.

Al mismo tiempo, es sabido que en el último día de su mandato, la Comisión Europea saliente rechazó que la petición pro-embrión Uno de Nosotros fuese examinada en el Parlamento. En este caso el número de firmas había sido nada más y nada menos que UN MILLÓN OCHOCIENTAS MIL en casi todos los paises de la Unión Europea. Hace unos días, a Marcello Pera -conocido filósofo y político italiano, famoso porque estrechó una gran amistad con el cardenal Ratzinger y juntos publicaron varios libros- le preguntaron acerca de esta decisión de la comisión europea a lo que contestó:
"¿Qué puedo responder? Que si se hubiese realizado una análoga petición pro-matrimonio homosexual o pro-eutanasia, habrían bastado unas pocas firmas para salir adelante. Ha sucedido ya. Por otra parte, ¿no se trata de 'conquistas de la civilización", como las llaman?".

Afortunadamente, la organización de Uno de Nosotros ha comunicado a la Comisión europea su indignación por el "ninguneo" de los cerca de dos millones de ciudadanos europeos que ven esfumadas sus expectativas. 

También recojo la queja de Benigno Blanco ante la exclusión del Foro de la Familia y de Red Madre en el acto organizado el pasado martes en el Palacio de El Pardo. Efectivamente, Don Felipe y Doña Letizia recibieron en el Palacio de El Pardo a representantes de más de 350 representantes de entidades sociales con objeto de hacer "más conocida y reconocida" su labor, que es "un ejemplo magnífico para todos", dijo el Rey. La defensa de la vida no es valorada como una promoción de la solidaridad, cuando curiosamente se trata de las personas más indefensas, aquellas a las que incluso sus propias madres rechazan.

¡Si eso no es solidardidad...!