lunes, 25 de noviembre de 2013

Anticristianismo de extremistas judíos


Cualquier acto de antisemitismo en Europa despierta inmediatamente la protesta, no solo judías, sino también de las autoridades y
de la opinión pública. Lo llamativo es la respuesta leve que se produce cuando los cristianos son vejados por fanáticos judíos



Nathional Catholic Report / martes 11 de septiembre de 2012 / ACEPRENSA

Cualquier acto de antisemitismo en Europa despierta inmediatamente la protesta no solo de organizaciones judías, sino también de las autoridades y de la opinión pública, que ven ahí un peligro de intolerancia. Por eso llama la atención que cuando son los cristianos que viven en Israel los que sufren vejaciones por parte de judíos fanáticos la respuesta sea tan leve. John Allen advierte esta distinta reacción en un artículo publicado en National Catholic Reporter.

Allen reconoce que Israel es un país fundamentalmente seguro para la minoría cristiana, en comparación con otros países de Oriente Medio. Pero recuerda toda una serie de actos anticristianos que han tenido lugar recientemente por parte de extremistas judíos.

En las puertas del monasterio trapense en Latrun, cerca de Jerusalén, han aparecido pintadas con provocativas frases en hebreo, tales como “Jesús es un mono”. “El asalto se ha atribuido a extremistas judíos descontentos porque recientemente han sido desmantelados dos asentamientos [ilegales de colonos judíos] en el territorio palestino cercano”. “La paradoja es que el monasterio es conocido por impulsar el diálogo con el judaísmo, y todas las semanas recibe centenares de visitantes judíos”.

No ha sido un incidente aislado, recuerda Allen. “El pasado febrero la Custodia Franciscana de Tierra Santa escribió a las autoridades israelíes pidiendo más protección después de que otra ola de vandalismo afectara a una iglesia baptista, un cementerio cristiano y un monasterio greco-ortodoxo. Este vez los eslóganes incluían amenazas como ‘Muerte a la cristiandad’, ‘Os crucificaremos’...”.

Allen explica que, según observadores israelíes, estos asaltos se deben a que los extremistas, cada vez que el gobierno desmantela un asentamiento, quieren hacer “pagar un precio” no ya a los responsables de la demolición, sino a los grupos que, como la minoría cristiana, son considerados como favorables a los palestinos. Otros objetivos de ataques suelen ser mezquitas, lugares de reunión de árabes y los pacifistas israelíes.

En algunos círculos israelíes se advierte un sentimiento anticristiano. Sacerdotes locales informan que a veces los estudiantes de las yeshivas les cantas eslóganes insultantes, o incluso les tiran piedras y les escupen. Ante el último ataque, la Asamblea de Obispos Católicos de Tierra Santa publicó una declaración en la que decían: “¿Qué está ocurriendo en la sociedad israelí para que los cristianos sean tomados como chivos expiatorios de tal violencia? Los que pintan sus grafitos llenos de odio expresan su indignación por el desmantelamiento de colonias ilegales en Cisjordania. ¿Pero por qué la toman contra los cristianos y sus lugares sagrados?”.

“¿Qué tipo de ‘enseñanza del desprecio’ sobre el cristianismo se transmite en sus escuelas y en sus casas?”, preguntan los obispos. “¿Por qué los culpables no son encontrados y entregados a la Justicia?... Es hora de que las autoridades pongan fin a esta violencia sin sentido y aseguren en las escuelas una enseñanza respetuosa para todos los que consideran esta tierra su tierra natal”.

La frase “enseñanza del desprecio”, explica Allen, está escogida deliberadamente, ya que se ha acusado a la Iglesia de haber impartido durante siglos una enseñanza de este tipo sobre el judaísmo, lo que habría favorecido el antisemitismo. Ahora los obispos parecen sugerir que la pelota está en el tejado del otro.

Allen sugiere que los cristianos de Occidente deberían reaccionar ante hechos de persecución anticristiana
en todo el mundo con una respuesta tan rápida y firme como la que tiene la Anti-Defamation League (ADL) en defensa de Israel. Esta organización judía ha condenado con fuertes palabras los ataques contra el monasterio trapense. “Manifestamos nuestra solidaridad con los monjes del monasterio frente a este abyecto acto de intolerancia religiosa y de odio”, ha dicho ADL, pidiendo que los culpables sean severamente sancionados.






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