Publicado por Blogger para Nupcias de Dios
el 6/26/2014
Me llama mucho la atención el distinto valor de las recogidas de firmas según quienes sean los que las recogen y luego presentan y también según quien sea el que luego está llamado a valorarlas.
Hoy leo la noticia de que Aministía Internacional ha recogido 100.000 firmas de varios países para exigir la retirada del anteproyecto de ley española sobre el aborto. A estas cien mil firmas se les otorga un valor extraordinario, casi como si fueran la perfecta expresión de una voluntad internacional.
Al mismo tiempo, es sabido que en el último día de su mandato, la Comisión Europea saliente rechazó que la petición pro-embrión Uno de Nosotros fuese examinada en el Parlamento. En este caso el número de firmas había sido nada más y nada menos que UN MILLÓN OCHOCIENTAS MIL en casi todos los paises de la Unión Europea. Hace unos días, a Marcello Pera -conocido filósofo y político italiano, famoso porque estrechó una gran amistad con el cardenal Ratzinger y juntos publicaron varios libros- le preguntaron acerca de esta decisión de la comisión europea a lo que contestó:
"¿Qué puedo responder? Que si se hubiese realizado una análoga petición pro-matrimonio homosexual o pro-eutanasia, habrían bastado unas pocas firmas para salir adelante. Ha sucedido ya. Por otra parte, ¿no se trata de 'conquistas de la civilización", como las llaman?".
Afortunadamente, la organización de Uno de Nosotros ha comunicado a la Comisión europea su indignación por el "ninguneo" de los cerca de dos millones de ciudadanos europeos que ven esfumadas sus expectativas.
También recojo la queja de Benigno Blanco ante la exclusión del Foro de la Familia y de Red Madre en el acto organizado el pasado martes en el Palacio de El Pardo. Efectivamente, Don Felipe y Doña Letizia recibieron en el Palacio de El Pardo a representantes de más de 350 representantes de entidades sociales con objeto de hacer "más conocida y reconocida" su labor, que es "un ejemplo magnífico para todos", dijo el Rey. La defensa de la vida no es valorada como una promoción de la solidaridad, cuando curiosamente se trata de las personas más indefensas, aquellas a las que incluso sus propias madres rechazan.
¡Si eso no es solidardidad...!
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