La preguntas: Qué es el cónclave. Qué origen
histórico tiene. Qué normas lo rigen. Dónde tiene lugar. Cómo se asegura el
secreto. Quiénes participan. Cuándo empieza. Cómo se desarrolla. Cómo se vota.
Cuándo termina.
1. ¿Qué es el cónclave?
El cónclave es la asamblea de los cardenales
reunidos para la elección del Romano Pontífice. También se entiende por
cónclave el lugar cerrado en el que se celebran los actos de elección.
2. ¿Qué origen histórico tiene?
El cónclave fue instituido por el Papa
Gregorio X en la Constitución Apostólica Ubi periculum en el II Concilio de
Lion en 1274, para evitar que se repitiera lo sucedido con su propia elección,
tras 34 meses de sede vacante. Las autoridades de Viterbo, población donde
estaban reunidos los cardenales, encerraron a los electores bajo llave (cum
clave, de ahí el origen del término) en el palacio papal para obligarles a
tomar una decisión.
3. ¿Qué normas rigen el cónclave?
Las normas de procedimiento, disciplinarias,
penales y litúrgicas que regulan el cónclave quieren garantizar:
a) la libertad de los electores;
b) la inmunidad ante las indebidas
intromisiones externas;
c) el contexto del retiro sagrado que debe
acompañar la elección del Sucesor de Pedro.
Históricamente, las leyes que regulan el
cónclave han mantenido ciertas características:
a) un lugar físicamente cerrado;
b) la prohibición de mantener contactos
externos;
c) la elección del futuro Papa como único fin
y ocupación de los cardenales electores.
Normativa actual:
a) Constitución Apostólica Universi Dominici
gregis de Juan Pablo II del 22.II.1996 (UDG).
b) Motus propios De aliquibus mutationibus in
normis de electione Romani Pontificis del 11.VI.2007 y Normas nonnullas del
22.II.2013, ambos deBenedicto XVI.
c) Ordo rituum conclavis editado por la
Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.
4. ¿Dónde tiene lugar el cónclave?
Tradicionalmente, el cónclave correspondía al
enclaustramiento de los electores en un lugar cerrado con llave por dentro y
por fuera, donde, en un ambiente casi de retiro sagrado, permanecían día y
noche hasta la elección del nuevo Papa, sin comunicación externa.
Actualmente, los electores ya no residen junto
a la sede de las votaciones, en el Palacio Apostólico, y deben trasladarse a
diario. Ahora los actos del cónclave se celebran en dos ámbitos de actividades
dentro de la Ciudad del Vaticano, en espacios cerrados a los extraños:
a) El edificio Domus Sanctae Marthae, donde se
alojan los cardenales electores y los otros admitidos.
b) La Capilla Sixtina, en el Palacio
Apostólico, donde se desarrollan las votaciones, con secreto y control muy
rigurosos. Allí el Juicio Universal “contribuye a hacer más viva la presencia
de Dios, ante el cual cada uno deberá presentarse un día para ser juzgado”
(UDG).
5. ¿Cómo se asegura el secreto?
La seguridad interna corresponde al camarlengo
con sus cardenales asistentes y la externa al sustituto de la Secretaría de
Estado. Según las sedes:
a) La Capilla Sixtina está absolutamente
reservada hasta el final de la elección, para asegurar el secreto total de lo
que se hace o dice relativo a la elección del Sumo Pontífice. Se establecen
controles técnicos para que no se instale ningún medio de grabación y
transmisión, con la ayuda de profesionales de probada confianza y capacidad. En
cada votación, todas las puertas permanecen cerradas y se pone guardia a cada
ingreso.
b) Desde el comienzo del proceso de la
elección hasta el anuncio de la elección del Papa, los locales de la Domus
Santa Marta y las zonas destinadas a las celebraciones litúrgicas están
cerrados a las personas no autorizadas.
6. ¿Quiénes participan en el cónclave?
Electores: En los actos de voto participan
solamente los cardenales electores: los miembros del colegio cardenalicio que
no han cumplido los 80 años en el día en que la Sede Apostólica queda vacante,
y no han sido canónicamente depuestos ni han renunciado, con el consentimiento
del Romano Pontífice.
Personal auxiliar: Está previsto que algunas
personas atiendan las necesidades relacionadas con el desarrollo del cónclave y
puedan participar en algunos actos y acceder a los electores o a los lugares
cerrados. Deben ser autorizadas previamente por el cardenal camarlengo y sus
tres asistentes y prestar el juramento previsto. Para estar disponibles, suelen
alojarse en la Domus Santa Marta o en el territorio de la Ciudad del Vaticano.Constituyen el personal auxiliar:
a) el secretario del colegio cardenalicio que
actúa de secretario de la asamblea electiva;
b) el maestro de las celebraciones litúrgicas
pontificias con ocho ceremonieros y dos religiosos adscritos a la Sacristía
Pontificia;
c) un eclesiástico asistente del cardenal
decano;
d) un eclesiástico que predica una meditación
a los cardenales electores antes de la primera votación;
e) algunos confesores con conocimiento de
varios idiomas;
f) dos médicos;
g) los peritos que llevan a cabo el control
técnico con relación al secreto del cónclave;
h) funcionarios de guardia;
i) personal logístico;
j) servicio de comedor y de limpieza;
k) conductores responsables del transporte de
los electores al Palacio Apostólico;
l) si lo exigen razones de salud, cada
cardenal puede tener consigo un enfermero.
7. ¿Cuándo empieza el cónclave?
El cónclave debe comenzar transcurridos quince
días desde el inicio de la Sede vacante, con la posibilidad de que el colegio
de los cardenales lo adelante, o lo retrase como máximo a veinte días de esa
fecha. Desde que la Sede queda vacante hasta el inicio del cónclave los
cardenales se reúnen diariamente en congregaciones generales y particulares.
8. ¿Cómo se desarrolla el cónclave?
El día en que empieza el cónclave, los
cardenales electores participan en una solemne celebración eucarística con la
misa Pro eligendo Papa (generalmente, en la Basílica de San Pedro por la
mañana). Por la tarde, van en solemne procesión, invocando con el canto del
Veni Creator la asistencia del Espíritu Santo, de la Capilla Paulina a la
Capilla Sixtina del Palacio Apostólico. El maestro de las celebraciones
litúrgicas pontificias exclama Extra omnes! y los ajenos al cónclave abandonan
la Capilla.
En la Capilla Sixtina los electores prestan el
juramento prescrito y –oída una meditación sobre su deber y el bien de la
Iglesia universal– proceden a los escrutinios, única forma válida de elección
tras la abolición de la aclamación y el compromiso.
Durante el cónclave se prohíben contactos de
los electores con el exterior, así como el uso de medios de comunicación.
Cada día hay dos votaciones por la mañana y
dos por la tarde. Se realizan tantos sufragios como sean necesarios para que un
candidato reúna como mínimo dos tercios de los votos, calculados sobre la
totalidad de los electores presentes y votantes.
Si pasan tres días de escrutinios sin
resultado positivo, y hasta que se produce la elección, se procede del
siguiente modo: los electores hacen una pausa como mucho de un día (con
oración, diálogo libre y una exhortación breve del primer cardenal del Orden de
los Diáconos), seguida de siete escrutinios; otra pausa, con exhortación del
primer cardenal del Orden de los Presbíteros; siete escrutinios; otra pausa,
con exhortación del primer cardenal del Orden de los Obispos; siete
escrutinios; un día dedicado a la oración, la reflexión y el diálogo. Desde ese
momento, solamente podrán ser votados los dos nombres que en el escrutinio
precedente obtuvieron la mayoría de los sufragios, manteniendo el requerimiento
de mayoría cualificada de al menos dos tercios de los sufragios. Los dos
nombres que tienen voz pasiva carecen de voz activa.
9. ¿Cómo se vota en el cónclave?
Pre-escrutinio:
a) Los ceremonieros preparan las papeletas y
distribuyen por lo menos dos o tres a cada cardenal electo. La papeleta es
rectangular y se dobla por la mitad, y lleva la frase impresa Eligo in Summum
Pontificem en la mitad superior y espacio para escribir el nombre del elegido
en la mitad inferior.
b) El último cardenal diácono extrae por sorteo,
de entre todos los cardenales electores, tres Escrutadores, tres encargados de
recoger los votos de los enfermos (Enfermeros) y tres Revisores.
c) En cada votación, tras la distribución de
las papeletas y antes de que los electores empiecen a escribir, el Secretario
del Colegio de los Cardenales, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas
Pontificias y los Ceremonieros se van y el último cardenal diácono cierra la
puerta, abriéndola y cerrándola si por ejemplo los Enfermeros van a recoger
los votos de los enfermos.
d) Cada cardenal elector escribe claramente y
de modo secreto, con caligrafía lo más irreconocible posible, el nombre de la
persona que elige, y dobla dos veces la papeleta.
Escrutinio:
a) Cada elector, por orden de precedencia,
manteniendo levantada la papeleta de modo que sea visible, la lleva al altar,
donde están los Escrutadores y sobre el cual está colocada una urna cubierta
por un plato para recoger las papeletas. Allí pronuncia el juramento
establecido, deposita la papeleta en el plato, con éste la introduce en la
urna, se inclina ante el altar y vuelve a su sitio. Está establecido el modo de
jurar y votar los cardenales enfermos tanto en la Capilla Sixtina como en Santa
Marta.
b) Una vez todos los electores han introducido
su papeleta en la urna, los Escrutadores mueven la urna para mezclar las
papeletas y las cuentan; si el número de papeletas y electores no coinciden, se
queman y se procede a una segunda votación; si coinciden, continúa el recuento.
c) Los Escrutadores proceden a leer y anotar
los nombres leídos en cada papeleta. Concluido el escrutinio, suman los votos
obtenidos por los varios nombres y los anotan en una hoja aparte. Las papeletas
leídas se ensartan en un hilo y al terminar se atan los extremos del hilo.
Post-escrutinio:
a) Los Escrutadores hacen la suma de todos los
votos que cada nombre ha obtenido. Si nadie alcanza los dos tercios de los
votos en aquella votación, el Papa no ha sido elegido; si alguno obtiene los
dos tercios, se tiene por canónicamente válida la elección del Romano
Pontífice.
b) En ambos casos, los Revisores comprueban
las papeletas y las anotaciones hechas por los Escrutadores.
c) Terminada la revisión, todas las papeletas
son quemadas en una estufa (de ahí la fumata), salvo que se deba proceder a una
segunda votación, en cuyo caso se queman juntas al final las papeletas de las
dos votaciones. También se queman con las papeletas los escritos de cualquier
clase que tengan consigo los cardenales relativos al resultado de cada
escrutinio.
10. ¿Cuándo termina el cónclave?
El cónclave concluye inmediatamente después de
que el Sumo Pontífice elegido haya dado el consentimiento a la elección y haya
elegido su nombre, salvo que él mismo disponga otra cosa. El Maestro de las
Celebraciones Litúrgicas Pontificias, que actúa de notario, extiende el acta
auténtica de la aceptación y del nombre elegido por el Papa. Si el elegido no
es obispo, una vez dado su asentimiento ha de ser ordenado inmediatamente.
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