sábado, 31 de agosto de 2013

La ideología de género destruye la familia




El obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández, advierte de que 'la ideología de género destroza la familia, rompe todo lazo del hombre con Dios a través de su propia naturaleza'

www.elmundo.es / jueves 3 de enero de 2013


Así lo manifiesta el obispo en su carta semanal, recogida por Europa Press, y en la que alude a la frase de Simone de Beauvoir (1908-1986), pareja de Jean Paul Sartre: 'Mujer no se nace, sino que se hace', que, a su juicio, 'expresa que el sexo es aquello que uno decide ser', de modo que 'ya no valdrían las ecografías que detectan el sexo de la persona antes de nacer'.

De este modo, lamenta que aunque la ecografía diga 'claramente que es niña, lo que vale es lo que el sujeto decida', de manera que 'si quiere ser varón, puede serlo, aunque haya nacido mujer' y viceversa, a lo que agrega que 'al servicio de esta ideología existen una serie de programas formativos, médicos o escolares, que tratan de hacer tragar esta ideología a todo el mundo, haciendo un daño tremendo en la conciencia de los niños, adolescentes y jóvenes'.

En este sentido, considera que 'la ideología de género no respeta para nada la propia naturaleza en la que Dios ha inscrito sus huellas: soy varón, soy mujer, por naturaleza. Lo acepto y lo vivo gozosamente y con gratitud al Creador'. Y es que, 'relacionar con la naturaleza, y por tanto con Dios, mi identidad sexual es una esclavitud de la que la persona tiene que liberarse', según esta ideología 'equivocada', como subraya monseñor.

Feminismo radical en las escuelas
Asimismo, el obispo apunta que de esta ideología viene 'un cierto feminismo radical, que rompe con Dios y con la propia naturaleza, tal como Dios la ha hecho'. Un feminismo, según él, que 'se va extendiendo implacablemente, incluso en las escuelas'. Además, Fernández indica que 'la Iglesia Católica es odiada por los promotores de la ideología de género, precisamente porque se opone rotundamente a esto'.

Valor de la familia
Y, sin embargo, agrega, 'una de las realidades más bonitas de la vida es la familia', según su 'estructura originaria, donde existe un padre y una madre, porque hay un varón y una mujer, iguales en dignidad, distintos y complementarios', e igualmente 'donde hay hijos, que brotan naturalmente del abrazo amoroso de los padres', a lo que añade que 'Dios quiere el bien del hombre, y por eso ha inventado la familia'.

Así, aunque la ideología de género 'intenta destruir' a la familia, 'la fuerza de la naturaleza y de la gracia es más potente que la fuerza del mal y de la muerte'. Por ello, considera que 'la familia necesita la redención de Cristo, porque Herodes sigue vivo, y no sólo mata inocentes en el seno materno, sino que intenta mentalizar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes con esta ideología, queriendo hacerles ver que hay otros tipos de familia'.

Entretanto, el obispo cordobés cree que 'es ocasión para pedir por las familias que atraviesan dificultades, para echar una mano a la familia que tengo cerca y cuyas necesidades no son sólo materiales, sino a veces de sufrimientos por conflictos de todo tipo', al tiempo que asevera que 'sólo en la familia, tal como Dios la ha instituido, encuentra el hombre su pleno desarrollo personal y, por tanto, la felicidad de su corazón'. Para Fernández, 'en la familia está el futuro de la humanidad, en la familia que responde al plan de Dios'.








viernes, 30 de agosto de 2013

10 Maneras de vivir la generosidad en el hogar




Es notorio como algunos niños y jóvenes les cuesta vivir el valor de la generosidad, tal vez por el mundo egocéntrico que los padres y familia han creado a su alrededor. Son generaciones que están siendo educadas bajo estructuras laxas, con pocos límites, sin autoridad; de ahí su comportamiento egoísta, pues olvidan que hay todo un entorno que le rodea. Es la generosidad un valor a reforzar en la formación de las nuevas generaciones.
 

Parroquia de San Roque, Sevilla




Ser generosos es darse a los demás de forma desinteresada; es brindar lo que el otro necesita, no lo que nos sobra, y debe darse en el momento oportuno, lo que puede significar esfuerzo y hasta sacrificio. La generosidad brinda paz, alegría y nutre el espíritu, tanto propio como el de los otros.



Misión exclusiva de los padres

El autor Francisco Gras en uno de sus artículos, habla sobre esta virtud humana y el papel de los padres en esta importante misión: “Los padres deben motivar a los hijos hacia la generosidad, explicándoles situaciones donde podrían ellos mismos ejercer voluntariamente, la generosidad con su dinero, tiempo, juguetes, ropa, libros, posibilidades de perdón, ayuda, cariño, buenos tratos, etc. Encauzándoles para que actúen con su iniciativa personal, en ayudar a los demás.”



Pero poco o nada servirá la cátedra si los hijos no ven ejemplos reales en su hogar. Por eso como primera instancia, los padres deben demostrar ellos mismos la vivencia de la generosidad, para luego poder transmitirla a los hijos. Estas son 10 maneras de promover esta virtud en casa:



1. Hacer constantemente una revisión de las cosas de cada miembro de la familia para ver qué puede dar a los demás, compartiendo lo que le sirve y le gusta, no únicamente lo que le sobra. Acostumbrarse a tener solamente lo necesario.



2. Reconocer y animar a los miembros de la familia a que tengan un acto de servicio o generosidad, fomentando acciones de servicio voluntarias, sin que nadie lo tenga que pedir. Evitar a toda costa burlas o bromas que inhiban esta actitud.



3. Practicar la moderación y la sencillez, hay que educar en el ser y no en el tener.



4. Dar prioridad a las necesidades de los otros. Vivir la generosidad significa renunciar a nuestros deseos, gustos y caprichos para darle prioridad a otras personas.



5. Ser hospitalarios. Recibir con gusto y alegría a los amigos y visitantes atendiéndoles y haciendo que se sientan bien.



6. Velar por las necesidades de los que están cerca: personal de servicio, amigos, vecinos, familiares, compañeros, etc.



7. Dar siempre lo mejor de cada uno. Sonreír, ser amables, practicar las buenas maneras.



8. Escuchar y enseñar a los hijos a escuchar, ya que esto es dar nuestro tiempo, atención y dedicación a quien quiere compartir con nosotros.



9. Agradecer en familia todos los dones que se han recibido de manera gratuita. Valorarlos y atender a los que no tienen tanto como nosotros. Evitar a toda costa quejarnos por lo que no tenemos.



10. Nadie es el centro, todos somos importantes. Se maleduca convirtiendo a los hijos en el centro de atención, permitiendo que hagan todo lo que quieran y tomando decisiones que deberían estar a cargo de los padres. Esta es una actitud que motiva a las personas a volverse egoístas.







Más información sobre estos temas:   LaFamilia.info









jueves, 29 de agosto de 2013

La justicia europea reconoce el derecho a llevar el crucifijo en el trabajo



El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha fallado hoy a favor de una azafata de British Airways a quien la compañía prohibió lucir un crucifijo cristiano en el cuello en su puesto de trabajo en el aeropuerto londinense de Heathrow 
 
www.elpais.com / martes 15 de enero de 2013

 La sentencia destaca que otros empleados de British Airways 'recibieron autorización para llevar vestimentas religiosas' como turbantes o velos 'sin ningún efecto negativo sobre la imagen de marca y la reputación de esa compañía'.

El fallo, que supone el reconocimiento de la justicia europea del derecho a portar símbolos religiosos en el trabajo, ha sido recibido con satisfacción por el propio primer ministro británico, David Cameron. 'Los principios no deberían sufrir discriminación motivada por creencias religiosas', ha escrito el jefe del Ejecutivo británico en su perfil de Twitter.
 
La demandante, Nadia Eweida, de 61 años, inició en 2006 su batalla legal contra la aerolínea, que llegó a ofrecerle un nuevo cargo en el que no tenía que ir uniformada y podía llevar la cruz, y que en 2009 modificó su reglamento para permitir que sus empleados lucieran ese tipo de símbolos.

Pero la mujer rechazó el ofrecimiento, así como la oferta de 11.500 euros por parte de la compañía para resolver el pleito al margen de los tribunales.

Además, el tribunal de Estrasburgo ha ordenado que el Reino Unido indemnice a Eweida con 2.000 euros por daños morales y 30.000 euros por los costes del proceso, al entender que este país violó el artículo 9 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, referente a la libertad de religión.

En cambio, en la misma sentencia, el jurado falla en contra de una enfermera, Shirley Chaplin, de 58 años, que denunció al Royal Hospital de Devon y Exeter por no permitirle llevar el crucifijo en sus horas de trabajo y, ante su negativa, terminó por despedirla en 2010, tras 21 años en plantilla. En este caso, el hospital argumentó que la joya representaba un riesgo para la seguridad y la salud de los pacientes porque la joya podía entrar en contacto con alguna herida abierta.

Los magistrados han concluido que en este asunto no se produjo una violación de la libertad religiosa de la demandante y que la obligación impuesta a la entonces enfermera por parte del centro médico 'no era desproporcionada' ni suponía una discriminación.

Además, el tribunal también ha fallado en contra de Gary McFarlane, un consejero matrimonial de Bristol que fue despedido en 2008 por negarse a aceptar en su terapia sexual a parejas homosexuales, al alegar que eso contravendría sus 'fuertes principios cristianos', y de Lillian Ladele, que vio como el Ayuntamiento de Islington suspendía su empleo al negarse a registrar parejas del mismo sexo por 'motivos de conciencia religiosa'.

Los magistrados, como ya había ocurrido en sentencias anteriores, señalan que 'la situación de parejas homosexuales es comparable a la de las parejas heterosexuales en lo que se refiere a la necesidad de un reconocimiento jurídico y a la protección de sus relaciones'.









miércoles, 28 de agosto de 2013

Superar las crisis de identidad sexual



Dos testimonios recientes muestran con sinceridad y valentía cómo, tras superar una crisis de identidad sexual, una persona puede salir renovada y ofrecer comprensión y ayuda cualificada a quienes puedan pasar por parecidos problemas.

www.aceprensa.com /viernes 10 de mayo de 2013


Rosaria Champagne Butterfield explica su caso en una entrevista, con motivo de la presentación de su libroPensamientos secretos de una conversión improbable. El viaje de una profesora de inglés hacia a la fe cristiana”, que ha escrito recientemente en lengua inglesa. Ella era lesbiana y feminista. En 1997 trabajaba como profesora en la Syracuse University de Nueva York, y estaba especializada en estudios sobre el mundo gay. De niña había recibido educación religiosa, pero el escándalo sexual en el que se vio envuelto un sacerdote, al que tenía gran estima, la apartó de la fe y la llevó a “crecer en sus convicciones feministas”.

En octubre de 1997, la Universidad de Syracuse alquiló sus locales al grupo cristiano Promise Keepers para un evento. Champagne protestó formalmente al considerar que tales personas, que según ella defendían ideas machistas, no deberían utilizar las instalaciones académicas. Fue entonces cuando el ministro presbiteriano Ken Smith la retó con suavidad y seriedad formulándole por escrito preguntas cómo “¿Cuáles son tus suposiciones sobre la verdad del cristianismo?” Ella lo llamó, y Smith y su mujer la invitaron a cenar. Así fue como comenzó una sólida amistad.

Después de dos años de relación con este matrimonio, de un diálogo sincero con el cristianismo, y de una intensa lectura de la Biblia, Champagne consideró la idea de cambiar de vida. Un amigo le había aconsejado que podía hacer compatible la relación con su compañera y la fe religiosa. Pero Champagne no encontraba en la Biblia justificación para esa actitud y rechazó ese consejo. De este modo, tras vivir como lesbiana de los 28 años a los 37, cuenta que “un domingo salí de la cama de mi compañera lesbiana, y una hora más tarde estaba sentada en un banco en la iglesia presbiteriana reformada de Syracuse”.

Actualmente está casada con un pastor de la Iglesia presbiteriana reformada y tienen cuatro hijos adoptados. Desde su matrimonio, Champagne abrazó con facilidad y rapidez su relación heterosexual. Esto revela que, al menos en algunos casos, las tendencias homosexuales son reversibles. Ella reconoce en su libro que “mi vida anterior todavía está al acecho en los bordes de mi corazón, brillante como un cuchillo”. Pero tras diez años de matrimonio su relato transmite una profunda satisfacción personal.

Carolyn Moynihan, en un artículo sobre Champagne en MercatorNet considera que “esta es la gran lección de la historia: la amistad con aquellos que son diferentes a nosotros, o incluso que están enfadados con nosotros, por motivos reales o imaginarios. No todos responderán como Rosaria Champagne Butterfield, pero algunos lo harán”.

Un transexual cuenta su experiencia
Otro caso es el de Walter Heyer, quien escribe en La Nuova Bussola acerca de su experiencia transexual. Insiste en que en estos casos es importante explorar la infancia del interesado. Cuando él tenía cinco años, a su abuela le gustaba vestirle de niña con un traje color púrpura; ocurrencia que se repitió muchas veces. A los 10 años, un tío suyo adolescente abusó de él sexualmente, sin violencia y con engaño, dejándole humillado y con una sensación muy negativa.

A los 15 años, Heyer dice que se sentía atrapado en un cuerpo equivocado. Intentó algunos modos de evasión como el alcohol, sin resultado. Posteriormente se casó, tuvo dos hijos, y logró tener éxito profesional. Pese a todo, seguía teniendo deseos de ser mujer. Finalmente, en 1983, terminó en el quirófano del Dr. Stanley Biber; y tras la operación de cambio de sexo afirma que no sacó ningún beneficio psicológico. Heyer nos cuenta que “después de vivir ocho años como una mujer, me di cuenta de que había cometido un terrible error. Mi vida fue destruida y mis hijos fueron devastados por la locura de su padre (…) El trastorno disociativo que padecía solo fue diagnosticado diez años después de la operación”.

Heyer sostiene que “las cirugías de cambio de sexo no hacen más que empeorar la vida de las personas que se someten a ellas”. Respecto a los transexuales, dice que “no es suficiente una actitud de comprensión: se necesita un apoyo psiquiátrico y psicológico para ayudarles a vencer sus problemas”. En su libro Paper Genders, Heyer piensa que “es una locura seguir practicando un procedimiento quirúrgico, que causa un gran sufrimiento, como solución a un trastorno que es psicológico (…). No es aceptable que se ignore deliberadamente los factores que están en la base de trastornos psicológicos responsables de la muy alta tasa de suicidios en las personas transexuales: el 30% de ellas”. Estas ideas se ven confirmadas por un estudio realizado en Suecia, respecto al periodo 1973-2003, acerca de los riesgos de suicidio y trastornos psiquiátricos en las personas sometidas a una operación de reasignación de sexo.

Tras distinguir entre intersexualidad –referida a condiciones objetivas sobre ambigüedad sexual biológica– y transexualidad, Heyer aclara que esta última situación se refiere a un trastorno psicológico. Esta idea es confirmada por una investigación de la Universidad italiana La Sapienza, que desmiente que los transexuales lo sean desde el nacimiento. Heyer ofrece en su web ayuda a los transexuales. Contemplando su trayectoria vital, afirma que “el encuentro con Dios en la oración fue fundamental en la búsqueda de mí mismo (…) Mi fuerza es la de la verdad: hoy yo soy el hombre que Dios ha creado, Walt Heyer, varón, renovado y restaurado”